lunes, marzo 29, 2010

No desaparece quien deja huella.

Quería ir antes de que se termine, ya que me dieron la oportunidad. Salí antes de la facu y caminé derechito por Paraguay hasta la embajada. Como era temprano fui hasta Corrientes a comprarme el 2do de Murakami y volví. Ahora sí.
Me imaginaba otra cosa la embajada. Ahí a pasos de Cerrito a metros del Obelisco, entre tanta gente desconocida, tanto ruido, tanto humo, tanto transito, me sentí protegida, como si estuviese en el club o kyowa en. Como desde chiquita, uno de los consejos de mi papá era "Si algún día te perdés, buscá una tintorería y pedí ayuda". Entré y había una música tranquila de fondo, los retratos en blanco y negro de la muestra y dos obasanes sentadas a las que saludé.
Me di mi tiempo para leer, para ver, para grabar cosas y guardarlas. Poco a poco me fue cayendo el dolor y la bronca. El sentimiento de impotencia ante tanta injusticia macabra. Traté de ocultar la amargura y el llanto, y se me acumuló todo en la garganta. Y cada vez tragaba más saliva para disolverlo, pero fue inútil... después las lágrima salieron solas. Ese dolor en la garganta que duele.
Sigo sin entender. Hay cosas que nunca entran en la cabeza. ¿Por qué querría alguien matar a seres dispuestos a bajo cualquier precio cambiar el mundo? La convicción de sus voluntades tan fuerte, que los hacía actuar, en un ¡vamos!
Un "no se preocupen, yo soy feliz así" ese espíritu, ese optimismo.
"Incorruptible"
Me cuesta comprender, quizá sea eso, de que las pasiones no se comprenden.
Jamás voy a olvidar. Ya dejaron su huella en mi. Me atreví a conocerlos y saber quienes eran por recuerdos. Y por ellos lloré, transpiré, me amargué, me enojé y sentí. Muchas cosas.
Las huellas debiles se las lleva el viento. El tiempo las borras. Pero no las de los que supieron pisar fuerte y firme. La memoria las protege. La nuestra, la de todos nosotros.
Mientras volvía a casa en tren, pensaba en cuánta gente decía que tenían "ideas equivocadas" o que no sabían si habían estado equivocado o no. Eso tampoco entiendo.
Hilando eso con la Justicia, se me ocurrió que mucha gente luchaba contra las Injusticias que las había y las hay por todos lado y a montones, pero que en realidad uno no sabe bien que es lo que quiere, aunque sí sabe que es lo que NO quiere. Como si en la escuela y en todos lados nos hallan llenado la cabeza con esa palabra tan linda, pero se olvidaron de decirnos que en verdad no existe. Se creó todo un sistema de poderes y de leyes en torno a la mujer de la venda y la balanza ¿para qué? si al final es la muchacha de turno del señor poderoso don Dinero Sombras porque su amado el muy cobarde no se juega el corazón.
Como un Juan Represión, pero en poema de Juan Carlos... que empezaba "si fuera Juan ternura..." y terminaba en ... "pero tan sólo soy Juan Carlos y no alcanzo para todos" Juan Carlos que intentó alcanzar para todos y que creo yo, se alcanzó plenamente para saciar su espiritu. Un Juan Carlos que me alcanzó a mi y a muchos más también.
Gente que creía...

Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás

Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón

(Yo vengo a ofrecer mi corazón Fito paez)

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