lunes, junio 07, 2010

Me gustan tus sí.

-¿Querés hacer un haiku Meli?- le pregunté a la hora de la siesta (mientras pateaba la cabeza de Hide que parecía dormir) como si convidara caramelos.
-Uh... bueno, no sé si me va a salir...

Cuando llegué a casa abrí mi diario, y está esto escrito, con su letra y sin firma.

El viento pule
los vestigios sin vida
de mis otoños.


Una verdadera HDP!

1 comentario:

Melina Matumoto dijo...

Pitu!
Mi haiku es el pedazo de lechuga entre los dientes comparado con lo que vos escribís! No es digno de estar en tu blog, pero no pienso desaprovechar la oportunidad de vivir este honor, jaja.
Gracias por regalarme la experiencia de Ranchos! Adoré el lugar! Su limpieza, su gente en la vereda, sus plantas, los niños silenciosos, educados, hábiles con la bicicleta y tan amorosos todos, las casas viejas y hermosas, los bancos por todas partes, la plaza, las ofertas por $1.
Pero lo mejor de todo fue estar con ustedes. Muchas veces, a cada rato, sentía que vivía momentos perfectos, que en cualquier segundo ibamos a estallar y a convertirnos en aire. Y otras veces tenía que cerrar los ojos porque me parecía que todo en mí se iba a escapar.
Quedé fascinada, fue increíble!
Te amo! Gracias, Juli. Me pronpongo devolvértela pronto! :)